sábado, 12 de mayo de 2012

Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura con un solo vuelo. Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces. Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas. Nadie cultiva amistad sin renunciar a sí mismo ni puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad. Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible. Nadie deja de llegar cuando de verdad se lo propone.