Ya no te puedo perder.

Quiero que seas feliz hasta el último suspiro. Seré de esas personas que te haga reír al menos una vez, y te daré una parte de mí que sé que podrás romper, pero me arriesgaré. Completaré tus días, como tu mirada mis horas. Insistiré, porque nunca dejes de mirar nuestro camino. Alma y corazón que se derritan cada amanecer, que se haga más grande que nunca este paraíso, yo estaré aquí todos los días. Nunca será como el primer día, yo te adoro más. Treinta vidas, eres la sonrisa que soñé. No sé si se puede quererte tan fuerte. Ven, dime: no, no, se duerme a mi lado. Te llevo en mis manos, ya no te puedo perder.

Vive, ama, ríe.

Ríe hasta que te duela la barriga, salta más alto que nadie, baila bajo la lluvia, disfruta de cualquier tontería, come todo el chocolate del mundo, tírate a una piscina con ropa, haz el pavo, escucha esa canción todas las veces que haga falta, hazte pasar por guiri, olvídate de los problemas, se feliz, por cada lágrima pon una sonrisa, espanta a las palomas de un parque, sé diferente, vive tu vida, llama por teléfono y estáte 3 horas hablando, pasa de lo que digan tus padres, sáltate las reglas, pon la música tan alta que moleste al vecino, piensa que la vida esta para vivirla no la malgastes preocupándote de absurdos problemas que nada tienen que ver contigo, disfruta con cada persona que conozcas, con cada locura, con cada marrón, con cada estupidez…

Me resulta raro ver que estás aquí a mi lado, después de tanto tiempo. Tocarte y comprender que eres tú, esa persona con la que siempre he querido estar y que algo me lo impedía, o simplemente que somos unos tercos que no nos dábamos cuenta que en realidad queríamos esto. Besarnos y seguir quedándome con ganas de más, querer estar todo el día con el porque es lo que más te apetece hacer, que la despedida se convierta en eterna. Esto es lo que quiero, a alguien como el que me haga sentir que cuando estamos juntos no hay nadie más en este mundo.