El final del trayecto lo decides tú.

Más y más sueños. Pensar como puede ser todo dentro de un tiempo, la dirección que has de coger. Que camino te ha destinado la vida. Habrá momentos de impotencia, de desesperación, de tranquilidad e incluso de felicidad. La verdad es que saber coger el mejor sentido es difícil, puede costará lagrimas, sudor. Pero lo que de verdad importa es el esfuerzo que le pones para llegar al final del trayecto. Nunca olvides lo que quieres, porque puedes hacer todo lo que se te ponga por delante. Nada es imposible cuando de verdad tienes ganas de hacerlo posible.