Caminando por la calle, como un día más en mi agenda, aunque no hay norte ni hay rumbo por las calles que me esperan, y aunque el sol este a lo alto, como un día cualquiera. Pero no hay coches ni ruido, ni personas en la tierra; tan solo el silencio, que en mí alrededor ahuyenta cualquier vida terrestre, por la pena que me espera; por haberme pasado la vida esperando a que vinieras. Pues la tierra descansa en paz, y yo seguiré aquí, por si regresas.
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