jueves, 29 de septiembre de 2011

Lo que empieza, acaba.

Las cosas acaban. Las personas se van. ¿Y sabes qué? La vida continúa. Además, si las cosas malas no pasaran, ¿cómo serías capaz de sentir las buenas?. La vida no nos debe nada, así que no tenemos que dejar de intentar ser felices. Puedes estar en cualquier situación cuando tu vida comienza, cuando hay que intentar sobre todas las cosas vivir cada día como si fuera el último. De repente tu futuro se abre ante ti y entonces sientes pánico, miedo, temor... pero entonces caes en la conclusión de que ese miedo no importa porque vas a ser feliz.

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